¡A la tercera va la vencida!
El Sunderland está en la final de la Copa de la Liga inglesa. ¡Qué gran alegría y cómo nos ha cambiado la vida en apenas unos meses!. De estar peleando por acercarnos a los puestos de la salvación en la Premier hemos pasado a luchar por Europa vía Copa.
Además, en el torneo doméstico poco a poco nos vamos acercando a la permanencia y a buen seguro que el pase a la final en la Capital One Cup nos va a insuflar más moral si cabe. Y es que en el vestuario estamos entusiasmados, porque lo hemos pasado mal, pero empezamos a ver la luz. Y es que llegar a la final no ha sido nada fácil, pero estamos convencidos de poder hacer la proeza. De hecho dejamos en cuartos al Chelsea y en semis al Manchester United en un partido agónico y ciertamente desconcertante, pero el premio ya está ahí.
Yo la verdad es que le tengo ganas a este título. Ya jugué una final cuando estaba en el Aston Villa y caímos 2-1 ante el United. También me quedé a las puertas ante el Chelsea en semifinales, por lo que espero que a la tercera sea la vencida. Eso sí, el City no es una perita en dulce, pero visto lo visto y a los que hemos dejado en el camino esta temporada en esta competición todo es posible y por nosotros no va a faltar empuje para intentar conquistar el título.
Sería un premio, quizás, inesperado pero, sin duda, merecido. Es nuestro momento de gloria en un torneo que ha demostrado que todo enemigo es peligroso y por muy modesto que sea puede lograr la hazaña. Ya lo logró el año pasado el Swansea ante el no menos sorprendente Bradford de lo que viene a ser en España la Segunda B. Ahora espero que sea el turno del Sunderland.
Además, está la afición, a la que le debemos seguir dando más alegrías y que se va a volcar en el desplazamiento a Wembley. Es el escenario ideal, en este campo se respira la historia del fútbol y está hecho para jugar finales. Nosotros la vamos a jugar y queremos dedicársela a nuestra gente. Por eso no es un partido más, es un encuentro con una motivación extra, pero no sólo por ser una final, sino por el ambiente, la fiesta previa y todo el montaje en torno al choque. Es una gozada y una suerte vivirlo y yo voy a repetir, pero espero que con distinto final que en anteriores ocasiones. Es decir, levantando la Copa.